Uno puede hacer de cuentas que todo está bien y dedicarse a mirar cómo la vida va, cómo se marcan y borran las huellas en el camino, cómo la vida nos regala y sorprende con su belleza.
Pero no, eso no es posible porque, mientras se mira transcurrir el tiempo impasiblemente, allá muy lejos, del otro lado del Atlántico, en un penal de máxima seguridad, defensores de Derechos Humanos a los que desde hace casi cinco años les han arrebatado la libertad, han iniciado desde ayer, lunes 12 de febrero, una huelga de hambre para exigir respeto a su dignidad como seres humanos, exigir justicia y libertad.
Para ellos la vida no va, les va la vida frente al omnipotente y arbitrario poder de quienes desgobiernan el país, nuestro país.
¡Salud y larga vida Damián Gallardo Martínez, Enrique Guerrero Aviña y compañeros!
juansosamaldonado 